Wednesday, January 10, 2007

Nota "06" Revista Sudestada

Radios alternativas : Otras voces, otros diálogos en Argentina.
Por Walter Marini e Ignacio PortelaRevista Sudestada. Buenos Aires, junio del 2006.
En una discusión interminable sobre qué comunicar y cómo hacerlo, Sudestada reunió en radio La Tribu a representantes de tres radios alternativas de Buenos Aires para escuchar sus verdades. A más de veinte años del surgimiento del boom de radios comunitarias, este tipo de emprendimientos resisten y se adaptan a las exigencias actuales de profesionalización y calidad artística. Están ahí, y muchas veces pasamos cerca de ellas sin darnos cuenta, ignorando la producción cultural que existe tras esos micrófonos. El dial de las agendas mediáticas las ignora, pero sin embargo, están ahí, más firmes que nunca. Diseminadas por todos los barrios, por todo el país, las radios alternativas imponen un debate sobre la profesionalización de los medios y sobre la participación de la audiencia. Rodrigo Tornero y Claudio Vivori, de FM 88.7 mhz. La Tribu ; Martin Butera, Adrián Cordara, Daniel Tulchinsky de FM 106.1 mhz. Radio Atómika y Bruno Dulbecco, de FM 93.9 mhz. En Tránsito, nos cuentan sus distintas experiencias y se animan al debate.
Los orígenes
Las llamadas radios comunitarias tuvieron su origen en nuestro país a mediados de la década del '80 junto con la apertura democrática. A partir de allí se produjo el fenómeno de las FM de baja potencia debido a que los costos de los equipos se abarataron y la población tuvo mayor acceso a ellos. Esas radios, denominadas como alternativas, barriales, comunitarias y hasta con el peyorativo término de "truchas", comenzaron transmitiendo por una necesidad en común : mostrar otras voces, difundir otras noticias que jamás se conocerían a través de los medios masivos de comunicación y, fundamentalmente, una búsqueda desde lo cultural que hacía que se genere otra relación con los oyentes que, hasta entonces en los medios comerciales no existía, pero el paso del tiempo mostró lo contrario. Mediocres programaciones, escasa preocupación por lo artístico y una excesiva improvisación, fueron algunas de las características que atentaron contra el objetivo original por el cual habían surgido. De todas maneras, existen verdaderas radios comunitarias que todavía luchan y persisten.
Claudio Vivori es uno de los fundadores de radio La Tribu, ubicada en el barrio porteño de Almagro. La iniciativa surgió en 1989, a partir de una iniciativa de un grupo de estudiantes de Comunicación Social y Sociología de la UBA, muchos militantes políticos, algunos pertenecientes a partidos y otros independientes. Vivori explica que "nació debido a una multiplicidad de factores políticos y otros relacionados con la comunicación y la cultura. Además, hacía poquito que comenzaba la carrera de comunicación en la UBA y como en toda carrera de comunicación había una tensión muy fuerte entre teoría y práctica, y parte de esa iniciativa era armar una radio para los estudiantes. Otra de las causas fue el hecho de querer hacer la radio que nos gustaría escuchar, una FM hablada. Porque en esa época estuvo el fallido de la Rock & Pop, que nació como una típica FM al estilo norteamericano, muy segmentada musicalmente, afanándose formatos de la AM. Después, por razones económicas, volvió a la programación musical, esto también incidió en hacer una radio en donde además de pasar música se pueda dialogar. Había mucho de romanticismo, sueños. Al tiempo nos planteamos si seguíamos o no, porque esto podía terminar como una estrella fugaz, teniendo en cuenta que en ese momento no teníamos ningún modelo a seguir. Eso fue interesante porque no había un modelo teórico a seguir : el proceso fue al revés, en la práctica empezamos a analizar, a reflexionar y a hacernos preguntas sobre lo que estábamos haciendo". Bruno Dulbecco pertenece a la nueva generación de radio En Tránsito. A pesar de eso conoce en detalle los primeros pasos de la emisora de Castelar, que nació allá por 1987. "Nuestro origen es distinto al de La Tribu, porque nace a partir de una iniciativa de periodistas y técnicos que estaban buscando mecanismos de expresión y comunicación para ser los dueños de sus propios medios y no depender de un patrón o una empresa que te tenga que decir qué hacer. Se juntaron 12 periodistas y formaron una cooperativa de trabajo. En un principio el proyecto fue un periódico que se llamó La calle. Duró hasta la renuncia de Alfonsín y la hiperinflación. Como les fue imposible sostener la revista pensaron en un medio como la radio, que se fundó el 9 de julio de 1987 en Castelar, en la zona oeste del gran Buenos Aires. Hubo etapas increíbles dónde había grandes niveles de participación, no sólo de los vecinos sino del comercio local. La radio se escuchaba hasta en Puerto Madero porque el aire estaba mucho más limpio. Después de la hiperinflación llegó el menemismo y un período de fragmentación. Hoy, el proyecto que encabeza la cooperativa de trabajo enmarca a la radio En Tránsito, la revista Güarnin ! y un proyecto que estamos por lanzar con una gráfica editorial para publicación de revistas y libros. Lo bueno es que se fue sumando mucha gente al proyecto y hay recambio : de los socios originales no queda nadie, la mayoría somos gente joven que promedia los 25 años, que toma el proyecto como suyo y lo va resignificando a medida que van cambiando los tiempos".
Atomika es una radio nuevita, que está dando sus primeros pasos en la localidad bonaerense de San Martín. Martin Butera, uno de sus fundadores cuenta que la iniciativa se debe a intentar buscar un lenguaje que los identifique, fuera de los grandes monopolios. "Nuestra experiencia comenzó en Capital, algo parecido a La Tribu, en cuanto a la programación y la organización general con asambleas. Era más social pero teníamos menos audiencia. Se alquilaban los espacios y después se apagaba la radio. Había una coctelera de voces : venía el tanguero, venía el heavy, todos tenían un lugar. Ahora nosotros hacemos una radio joven con contenido : tenemos literatura, música, radioteatro. Logramos nuestra estética rompiéndonos el culo, editando hasta las 6 de la mañana, sin pensar en la guita, pero atentos a lograr un buen sonido con locutores profesionales.
Estas radios nacen para que el vecino tenga la voz que no tiene en otras radios. Nosotros ahora estamos definiendo una línea, hay otras radios que pueden tener un programa de tango, otro de cumbia, otro de rock pero ninguna coherencia y ahí no tenés encendido. En los '90, junto con el menemismo, nace una gran variedad de radios manejadas por punteros, que compraban los equipos a dos mangos y eso terminó desprestigiando a las radios comunitarias. Los multimedios nos bombardearon todo el tiempo y muchas radios perdieron calidad. Las mismas radios de baja frecuencia terminaron desprestigiando a las otras. También por eso cuesta ganar audiencia". Adrián Cordara, también de Atomika cree que "en los últimos tiempos se instaló un discurso que dice : 'lo alternativo o comunitario es trucho, no tiene calidad'. Cuando nosotros comenzamos con la radio tratamos de apostar todo desde lo artístico y tratar de contrarrestar esta situación. ¿Es legal que a los empresarios les regalen frecuencias, que les regalen licencias, que no haya concursos ? ¿Si lo hacemos nosotros es trucho, si lo hacen ellos no ? Hoy existe la ley del dinero."
Rompecabezas de la radio
Rodrigo Tornero, director de programación de La Tribu, explica cómo se seleccionan las prioridades dentro de la radio. "Nosotros contemplamos cuatro dimensiones que permanentemente están en debate y entendemos deben estar en un proyecto comunicacional : la dimensión política, económica, organizativa y comunicacional. La idea es tratar de encontrar una línea de coherencia entre estas cuatro dimensiones. Si vos definiste que tu mirada política tiene que contemplar la diversidad, entonces tenés que pensar en cómo llevarlo al aire en términos de política comunicacional. Si definís que la cumbia tiene que estar porque sos diverso o no. Si vos definís que políticamente querés ser una radio independiente tenés que contemplar cómo va a impactar eso en la dimensión económica, y cómo tenés que hacer para que los mecanismos de gestión económica y existencia del proyecto puedan ser compatibles con esa voluntad política. Lo mismo para la organización, si de manera horizontal o vertical. Con una cabeza referente que toma decisiones, o si va a ser una cooperativa, o una asociación civil sin fines de lucro. Y a partir de ahí esas tensiones se irán equilibrando o no". Al mismo tiempo, Claudio Vivori agrega : "El surgimiento explosivo y la heterogeneidad que tuvo a mediados de los '80 esta tecnología muy barata que es la FM rompió con la noción tradicional sobre la masividad, que estalló en mil pedazos. Es una discusión siempre abierta, ¿qué es ser masivo ?, en algún momento puede ser masivo que te estén escuchando 500 personas. En las radios alternativas la noción de masividad como la de audiencia rompe con los mecanismos tradicionales de construcción a partir de que en general este tipo de proyectos no persigue fines lucrativos, y esto es una cuestión de ruptura clara. En un medio comercial la programación no es el fin en sí mismo sino que es un medio para construir determinado tipo de audiencia. Estos medios, más allá de su heterogeneidad, revierten esa situación. Otro punto importante es el modelo de gestión, que busca ser horizontal y no vertical."...
(La nota completa en la edición gráfica de Sudestada Nº49-Junio 2006),
consegila a $ 2 Mangos en la radio.