Monday, June 17, 2013

Facundo, con luz propia (Prensa - Partido Obrero - 13 junio, 2013)

Facundo Ivanovic, o Facu de San Martín, falleció sorpresivamente el 7 de junio a la mañana, a los 36 años de edad. Padre de dos chicos, a quienes amaba y por quienes se desvivía, era un compañero absolutamente solidario con todos hasta en las situaciones más críticas. Su casa, su tiempo, todo lo suyo, estaba para quienes lo necesitaran. 

En su época de estudiante secundario, en las luchas contra la Ley Federal Educación, luego de un largo debate respecto de las posiciones políticas del PO, comenzó a militar, en un proceso que protagonizaron una camada de jóvenes y que pariría grandes dirigentes y compañeros del Partido. 

Años después, en el barrio de La Boca, desarrolló una gran actividad mientras colaboraba en la redacción de Prensa Obrera. En 2001 retornó a San Martín, para convertirse en un dirigente fundamental del acampe piquetero en la regional. La desaparición de Diego Duarte entre la basura del Ceamse, lo transformó en el principal impulsor de la toma del Concejo Deliberante en 2003, que obligó a colocar la cuestión de la aparición con vida de Diego en la agenda reivindicativa del distrito. Estuvo en la primera línea en la defensa de Brukman y la de las tierras en el barrio Los Eucaliptos de los vecinos de Lanzone, donde sufrió amenazas de todo tipo. 

Facu, un compañero inteligente y creativo (él siempre exigía que todo tuviera “luz propia”), se caracterizó por analizar las cosas detenidamente y brindar aportes valiosos a la actividad partidaria y a los debates políticos. 

También utilizó su amor hacia la radio para desarrollar al PO. Junto a un equipo de compañeros recientemente incorporados puso en pie un programa local del Partido, que llegó a ser el de mayor audiencia en Radio Atómika. 

Inició también un taller de radio en el barrio Lanzone, que sirvió para acercar más compañeros al partido y concluyó con la creación de la radio El Agite. 

Una de las tantas anécdotas de lucha lo retrata de cuerpo entero. Una vez, en pleno ascenso del kirchnerismo, habíamos ido a volantear la planta Peugeot de Palomar. La mayoría de nosotros éramos militantes nuevos y, cuando nos salió a atacar la patota de la UOM, no sabíamos cómo reaccionar. En medio de una confusión generalizada, Facundo fue el primero en poner su cuerpo para armar el cordón de seguridad contra el grupo que intentaba echarnos. Además de protegernos, nos enseñó cómo actuar. Enemigo jurado de la burocracia sindical y de los punteros, siempre, en donde sea que estuviera, tenía en claro de qué lado estaba. 

Se va Facundo del Partido Obrero. Se va con un montón de sueños, proyectos e ideas que su cabeza nunca paraba de producir. Facu, se te va a extrañar, y nuestro mejor homenaje será seguir haciendo lo que hiciste en tu vida consciente: luchar por esa revolución socialista en la que creías cada día. La historia de los trabajadores no es ni será la misma gracias a tu invaluable lucha. Hasta la victoria siempre. 

Germán Suárez y la Negra María