Ioja tuvo su primer contacto con la música a los siete años integrando grupos de folclore, a los 13 formó parte de una comedia musical y a los 16 comenzó sus estudios de danza que la llevaron a Brodway para un perfeccionamiento intensivo. Pero desde que conoció a Arnedo encontró en la música un espacio para expresarse de manera diferente y "especial", ya que "con la danza estaba más limitada por una cuestión de tiempo".