Tras la disolución de Cadáveres (1990 - 1997), banda pionera en forjar, a nivel local, el sonido killer punk rock, herencia del proto punk incendiario que tuvo como sus mayores exponentes al sonido de Detroit con Stooges y MC5 a la cabeza, Marcelo Pocavida (ex Los Baraja) se toma un breve descanso y tiene el honor y el placer de compartir un mismo proyecto musical con un viejo amigo y una leyenda de la época de oro de la escena punk argentina: Sergio Gramática (ex baterista de Los Violadores). Antinasti se llamó la experiencia y a ella se terminó sumando Javier Huevos, ex bajista de Tumbas NN, ignota, pero por ello no menos intensa, banda de anarco death punk, en la que también había participado Pocavida allá por 1983. Aunque poderosa y contundente, y habiendo sido teloneros de bandas como Attaque 77 y NDI, entre otras, Antinasti no logra encajar en el público, con una actitud e imagen Marilynmansonesca, más bien heredada de Kiss, Alice Cooper y Plasmatics, desapareciendo y dejando el anecdótico recuerdo de una dupla única y 100% carismática: Gramática - Pocavida. Mr. Fewlife, siempre fiel e incansable a sus influencias musicales -Kiss, Alice Cooper, Stooges, New York Dolls, Sex Pistols, Plasmatics, Misfits, entre otras- ve renovada su energía para volver al ruedo con una invasión de rock europeo y, especialmente, escandinavo, que lo renueva adrenalínicamente para encarar un nuevo proyecto. Para esto decide reclutar a un par de viejos conocidos con los que sobraban las palabras y sólo había que dedicarse a tocar: Pablo Strangler -punk rocker de la vieja escuela, ex guitarrista de Alerta Roja y Cadáveres- y Adrián Squatrito, un fiel fanático de Ramones y Misfits y compañero de andanzas en el barrio de Balvanera junto a Pocavida. Javier Huevos sigue firme desde la época de Antinasti y comparte la moción de emprender la aventura, bautizada Star Losers, comenzando a tocar un puñado de covers de clásicos de rock and roll punk inseparable en sus vidas como Dead Boys, Slaughter And The Dogs y el nuevo material proveniente del viejo mundo, con Pleasure Fuckers (España) y Turbonegro (Noruega) a la cabeza. Poco a poco irán sumando algunas canciones propias a su repertorio, que caen muy bien entre el público, que ya comenta el sonido y las performances de sus shows. Así pasan a participar en el compilado Invasión 99 con un par de temas propios y un cover. Luego de emprender un viaje a Europa, Strangler y Pocavida, al regreso cada uno emprende su propio destino. Pocavida vuelve con energías más que renovadas, con la experiencia de docho viaje, y está más convencido que nunca de que Star Losers es una banda digna de explotar en todos los sentidos; musicales, estéticos y escénicos, pero con una identidad y sonido propios, rescatando la escencia del hard rock and roll y el punk rock de los 70's. Enseguida vino a su mente un guitarrista que sería ideal para esta combinación y que, además, era frecuentemente parte del público en los comienzos de la banda: Daniel, más conocido como Daño, guitarrista de la primera formación de Attaque 77 y de peculiares posteriores bandas.
La química fue la exacta y necesaria. A partir de aquel momento comenzaron a fluir uno tras otro los nuevos temas de la banda, plenos de furia, energía y de arranques y picos de imprevisible locura rítmica y atonal que echarían por tierra cualquier tipo de cliché con el que se quisiera emparentar al grupo. Los shows se transforman en una conmoción y objeto de culto y diversión asegurada; Star Losers no para de tocar semana tras semana en los lugares más imprevisibles e insólitos: pizzerías, bares de oficinistas, recónditos galpones motoqueros, clubs de barrio... La maquinaria se encontraba aceitada y desbocada al servicio del rock and roll. La sensación no pasa desapercibida y la gente quiere llevarse a Star Losers a su casa. Esto llega a los oídos de Carlos Nekro Boom Boom Kid quien, al frente de su sello independiente Ugly Records, decide ficharlos para que graben lo que sería el pavoroso, monstruoso y hoy mítico disco ''Sabrás Lo Que Es Perder''; siete temas que no te dan respiro y en los que se mezcla la explotación cinematográfica de culto que fanatiza a Pocavida junto a riffs de hard punk rock setentero y el más desquiciado noise, con una bizarrísima apertura, aún hoy no igualada ni superada de quien fuera el presentador de la banda, apodado el ''Pavoroso Mafia''.
El disco fue muy bien recibido por el público aunque, como era de esperar, pasaron algunos años para que se lo valore realmente. Sin embargo, en países como EEUU, la revista especializada Carbon 14, amantes del rock and roll más crudo y extremo, le dio una excelente crítica. Ox, de Alemania s esorpende de que una banda suene así por estas latitudes y España no se vio ajena al sonido de los Losers. Sin embargo, la pasión pudo más que la razón y esto desgastó a la banda en todos los sentidos imaginables: económica, física y mentalmente. En sus shows aún se escuchaban excelentes temas que podrían haber sido parte de un siguiente disco de Star Losers, pero lamentablemente esto no pudo ser. La formación original se separa después de telonear a Boom Boom Kid en un show en La Trastienda y de haber filmado un videoclip bizarrísimo que se perdió misteriosamente hasta la fecha. Star Losers volvió al cabo de un tiempo como quinteto y con sólo dos de sus miembros originales: baterista y cantante. Los shows fueron bien recibidos por el nuevo público, aunque para aquellos viejos privilegiados que pudieron vibrar, enloquecer y hasta temer con aquellas explosivas presentaciones nada fue igual.