Para empezar vamos a explicar qué es un participado,. Estuvimos buscando sinónimos de comunicado y uno es "participar". Y pensamos que era una buena idea llamar a esta carta resumen del año “PARTICIPADO DEL AÑO 09” y no llamarla comunicado: "a diferencia de los nefastos comunicados de los genocidas, lo nuestro no es emisor-receptor sino que es una nota abierta, participativa a los comentarios de todos los compañeros." Aclarado este punto, arrancamos.
Para hacer la de uno… hay que bancarsela, hay que bancarse perder… y hay que bancarse ganar…
La frase de una banda amiga (Sinviola) sirve de comienzo reflexivo para estas líneas.
Hacemos la nuestra desde hace rato ¿Nos la bancamos?:
La verdad… sin boludear…
A veces…
¿Perdemos? ¿Ganamos?...
No manejamos esas lógicas universales (capitalistas) para bautizar nuestra pasión.
Realizamos, no miramos lo pasado, estamos en nuestro presente continuo. Sin quererlo, en ocasiones somos ese caballo del botellero con la vista vedada a lo de atrás. Pero ahora paramos y repasamos.
El sábado 12 del 12 nos juntamos, una “gran familia” que festeja. Como hace ya 6 años Radio Atómika FM 106.1mhz, reconoció (con otra estatuilla artesanal) a las producciones independientes que dieron forma al éter atómiko en el año 9 (es hora de sacar el dos mil del comienzo de las cifras anuales).
Porque minuto a minuto nuestra radio la hacen los que están con su voz e ideas en el mic, los premios eran un espejo, para que cada uno se refleje, más una válvula (romanticismo radial) y una placa ad hoc. Simplemente un mimo a nuestros compañeros. Un emotivo carnaval fue.
Sin la participación de varios no hubiera sido posible, al igual que la radio. Rolfi con un flete de onda trajo luces, barra y heladera (de Palmi, Narrao de A LAS BARRIKADAS), Fernando Martín (DELA MANIJA ESTUDIOS) puso el sonido, Tano Kenmore (ANGELES CAIDOS) acercó su PC; el almacén de Bambi, Master Pizzas y OH Sorry surtieron el catering autogestivo. El Partido Obrero de San Martín ofreció con orgullo su local para realizar la jornada carnavalera.
Gracias a todos ellos y a vos festejamos merecidamente un año ¡más!
En lo particular: Zumbo con su clásico Ajeno al Tiempo, fue galardonado con el mejor de los premios: el de sus pares, además de estar ya cerca de los 200 programas seguidos en la radio. Diego y Phillipe, debutantes este año, obtuvieron con su Rips laureles a nivel musical y de producción, Azul fue agasajada por su incesante labor en el armado de Oximoron, los chicos de Mundanos, terminaron siendo el mejor programa de interés atomiko, Emiliano (Narrao) tuvo un guiño (premio revelación) después de pasar años de escucha a protagonista por su audición A Las Barrikadas. La primera trompeta nacional, Hugo Lobo, llegó a 101 emisiones con Hombre Lobo, 4 años de continuidad en nuestro aire, está cómodo el soplista. Flora, la Zombie (por su diseño del super-calendario atómiko), Raffa y Bambi fueron reconocidos por su desinteresado apoyo hacia Radio Atómika.
Compañeros
(producciones, colaboradores, escuchas, ¿auspiciantes?)
Se viene el 10 y nos ilusiona…
Porque es una época bisagra, de cambio, porque arrancamos el séptimo año de transmisión Atómika. Para las demás radios locales (con las que no competimos hace rato ya) es un antes y después, somos la revolución constante, trabajada y pensada del sonido radial, es nuestro máximo logro.
Una antigua creencia dice que cada siete años se cambia la piel. Es además el 7 un número lleno de misterio e historia en diferentes culturas de la civilización humana. Por ello lo haremos propio y honraremos nuestro séptimo año de transmisión con grandes bacanales orgiásticas. Se viene un año de festejos atomikos pese a todo y a todos, nadie es capaz de quitarnos esas ganas. Ya lo vociferamos: “Estamos acostumbrados a hacer tanto con tan poco, que ahora somos capaces de hacer todo con nada.”
Para hacer la de uno… hay que bancarsela, hay que bancarse perder… y hay que bancarse ganar…
La frase de una banda amiga (Sinviola) sirve de comienzo reflexivo para estas líneas.
Hacemos la nuestra desde hace rato ¿Nos la bancamos?:
La verdad… sin boludear…
A veces…
¿Perdemos? ¿Ganamos?...
No manejamos esas lógicas universales (capitalistas) para bautizar nuestra pasión.
Realizamos, no miramos lo pasado, estamos en nuestro presente continuo. Sin quererlo, en ocasiones somos ese caballo del botellero con la vista vedada a lo de atrás. Pero ahora paramos y repasamos.
El sábado 12 del 12 nos juntamos, una “gran familia” que festeja. Como hace ya 6 años Radio Atómika FM 106.1mhz, reconoció (con otra estatuilla artesanal) a las producciones independientes que dieron forma al éter atómiko en el año 9 (es hora de sacar el dos mil del comienzo de las cifras anuales).
Porque minuto a minuto nuestra radio la hacen los que están con su voz e ideas en el mic, los premios eran un espejo, para que cada uno se refleje, más una válvula (romanticismo radial) y una placa ad hoc. Simplemente un mimo a nuestros compañeros. Un emotivo carnaval fue.
Sin la participación de varios no hubiera sido posible, al igual que la radio. Rolfi con un flete de onda trajo luces, barra y heladera (de Palmi, Narrao de A LAS BARRIKADAS), Fernando Martín (DELA MANIJA ESTUDIOS) puso el sonido, Tano Kenmore (ANGELES CAIDOS) acercó su PC; el almacén de Bambi, Master Pizzas y OH Sorry surtieron el catering autogestivo. El Partido Obrero de San Martín ofreció con orgullo su local para realizar la jornada carnavalera.
Gracias a todos ellos y a vos festejamos merecidamente un año ¡más!
En lo particular: Zumbo con su clásico Ajeno al Tiempo, fue galardonado con el mejor de los premios: el de sus pares, además de estar ya cerca de los 200 programas seguidos en la radio. Diego y Phillipe, debutantes este año, obtuvieron con su Rips laureles a nivel musical y de producción, Azul fue agasajada por su incesante labor en el armado de Oximoron, los chicos de Mundanos, terminaron siendo el mejor programa de interés atomiko, Emiliano (Narrao) tuvo un guiño (premio revelación) después de pasar años de escucha a protagonista por su audición A Las Barrikadas. La primera trompeta nacional, Hugo Lobo, llegó a 101 emisiones con Hombre Lobo, 4 años de continuidad en nuestro aire, está cómodo el soplista. Flora, la Zombie (por su diseño del super-calendario atómiko), Raffa y Bambi fueron reconocidos por su desinteresado apoyo hacia Radio Atómika.
Compañeros
(producciones, colaboradores, escuchas, ¿auspiciantes?)
Se viene el 10 y nos ilusiona…
Porque es una época bisagra, de cambio, porque arrancamos el séptimo año de transmisión Atómika. Para las demás radios locales (con las que no competimos hace rato ya) es un antes y después, somos la revolución constante, trabajada y pensada del sonido radial, es nuestro máximo logro.
Una antigua creencia dice que cada siete años se cambia la piel. Es además el 7 un número lleno de misterio e historia en diferentes culturas de la civilización humana. Por ello lo haremos propio y honraremos nuestro séptimo año de transmisión con grandes bacanales orgiásticas. Se viene un año de festejos atomikos pese a todo y a todos, nadie es capaz de quitarnos esas ganas. Ya lo vociferamos: “Estamos acostumbrados a hacer tanto con tan poco, que ahora somos capaces de hacer todo con nada.”
Pensando para atrás, el 9 tuvo de todo (¿cómo siempre?) en nuestra broadcasting.
De este año hacemos nuestra propia autocrítica (ufffffff… tanto le hace falta a la dirigencia política de nuestro país, nunca nadie fue, ja!).
Hubo una caída real de la participación en congresos de la emisora, los cuales se realizan para mancomunar a todos los integrantes de la radio y fortalecer el mensaje. Esta vez fueron encarados desde el concepto de “economía creativa”, se trataba de concebir con inventiva el financiamiento de nuestra emisora al igual que lo que proponemos al aire: un asado, un torneo de truco, el armado de un calendario de fin de año y más. Pese a estas innovadoras intenciones logramos escasos congresales este año. Luego irracional es ver casos de producciones que dejan de estar al AIRE y se llenan la boca con la palabra “compañer@s”. Pensamos que los compañer@s se miran a los ojos y se dicen las cosas cara a cara, ¿qué mejor qué un congreso para eso? Exigimos nunca más otra cosa, somos comunicadores, hagámonos honorables, justos (como no lo es nadie en el periodismo argentino) en nuestra función, sin vacilar.
La verdad mediática inunda cotidianamente y fagocita cerebros. Los de los que no están prevenidos, por lo menos. La verdad mediática es impune, es ubicua, es también implacable. De nuevo, para los que no están avisados. Pero, ¿qué es la verdad mediática? Es una especie de voz que quiere ser la conciencia de todos. Es la voz que te dice a la mañana qué te tenés que poner durante el día. Es la voz que te dice que no salgas a la calle porque te van a poner cuatro balas en la nuca. Es la voz que te vende cirugías estéticas, líquidos para fregar los platos y repelente de mosquitos, ahora efectivos contra el dengue. Esa voz está en todos lados, y es difícil escaparle, porque se reproduce en las voces de los taxistas, las viejas que van a comprar a la verdulería, los vecinos que se meten donde no los han llamado.
Pero es solo una voz. En realidad, es tan débil como la de nuestros propios padres cuando nos damos cuenta de que ellos no deciden por nosotros. La verdad mediática, autoritaria y demandante, nos pide que le hagamos caso. Y que repitamos lo que nos dice que hay que repetir: que Ricardo Fort tuvo una infancia infeliz, que Zulma Lobato se peleó con su representante, que Tinelli ganó un palo verde más... O que Macri y Cristina son distintos. Porque la verdad mediática no se pelea con el poder. Es parte del poder, y por eso las internas feroces se ventilan en sus medios, y por eso creemos estar atrapados en una pelea entre buenos y malos que en realidad es una disputa por saber quién se lleva la parte de esta torta a medio hornear que es nuestro país.
Este año, Atómika le dio bola a la gente que, de acuerdo a nuestro criterio, había que darle bola. Supimos que en el Chaco hay gente que hace radio a pulmón y que tal vez no tiene ni agua para tomar. Los muchachos de Juan José Castelli, en la puerta del impenetrable, pidieron que difundiéramos su desesperada situación. Muchos artistas -en serio, no bailarines de pantalla- pasaron por los mics atomikos para dar su versión de este mundo, por cierto muy lejana a la versión de la verdad mediática. Activistas y emprendedores sociales también pasaron a contarnos su lucha -una lucha auténtica, no bancada por el gobierno, tan desesperado por parecer "progre".
Pero sin vender verdades. Esa es la diferencia. Desde un espacio minúsculo, chico, grande, enorme, gigante, la tarea atómika no es imponer una visión. Es dar la propia versión. Es invitar al debate. Es pelearse en vivo, en directo, pero discutiéndo en serio y no a partir de falsos antagonismos convenidos de antemano. No vender verdades es algo serio, porque de eso, se trata, en definitiva, la honestidad.
Estamos a las puertas del 7mo año de Atomika, por ello hacemos un llamado a todos a luchar por lo logrado y no retroceder.
Para verlo del todo, se debe relacionarlo con un cuadro impresionista: hay que alejarse para entenderlo, disfrutarlo.
Estamos construyendo algo nuevo, no tenemos certeza de a donde vamos, pero eso es lo mejor.
Después de 1989, cuando cayó el muro de Berlín, la Cuba de Fidel se quedó en pelotas (por simplificar los términos) y tuvo que escribir la historia de la revolución del sigo XXI, sin manual.
Así vamos, sin destinos.
Pero el lado de nuestra vereda es claro y tiene historia, seis años de cara a lo que venga, jamás censura, nunca tierra bajo la alfombra. Algo no común en estos tiempos (y los de siempre), NOS HACEMOS CARGO de lo que sale al aire y estamos abiertos a todas las discusiones. Esta definición es un gran respaldo a nuestras producciones, lo que emitimos en cualquier momento es nuestra cara. Por eso lo podemos discutir “en vivo”, porque nos redefinimos todo el tiempo.
Esto está más allá de un berretín de la dirección de la radio. Atomika es lo que se escucha en el momento que alguien la escucha, o sea todos los que usamos esos micrófonos tenemos que hacernos cargo de un mensaje propio. Prohibido prohibir y prohibido repetir lo ajeno en la nuestra. Volviendo a lo anterior, los congresos de la radio son para ajustar entre todos (sin ordenes) lo que vamos a decir. Estamos convencidos que aunando el discurso, debatiendo claro, seremos más fuertes desde nuestro pequeño-gran lugar.
Apostamos a un nuevo año organizado a nivel grupal. Aunque seamos dos directores al frente de casi todas las tareas de la radio, apostamos al colectivo, no nos vamos a bajar nunca de esa premisa (el bus alguien lo tiene que manejar che! Y ALGUIEN LO ARMÓ TAMBIÉN LOCO!).
El futuro es de los que nos quedamos y de los que fabricamos lo imposible.
¡DIGNIDAD!
Martín Butera & Federico Di Paolo
Dires. Radio Atomika 106.1 Mhz
www.radioatomikacom.ar
De este año hacemos nuestra propia autocrítica (ufffffff… tanto le hace falta a la dirigencia política de nuestro país, nunca nadie fue, ja!).
Hubo una caída real de la participación en congresos de la emisora, los cuales se realizan para mancomunar a todos los integrantes de la radio y fortalecer el mensaje. Esta vez fueron encarados desde el concepto de “economía creativa”, se trataba de concebir con inventiva el financiamiento de nuestra emisora al igual que lo que proponemos al aire: un asado, un torneo de truco, el armado de un calendario de fin de año y más. Pese a estas innovadoras intenciones logramos escasos congresales este año. Luego irracional es ver casos de producciones que dejan de estar al AIRE y se llenan la boca con la palabra “compañer@s”. Pensamos que los compañer@s se miran a los ojos y se dicen las cosas cara a cara, ¿qué mejor qué un congreso para eso? Exigimos nunca más otra cosa, somos comunicadores, hagámonos honorables, justos (como no lo es nadie en el periodismo argentino) en nuestra función, sin vacilar.
La verdad mediática inunda cotidianamente y fagocita cerebros. Los de los que no están prevenidos, por lo menos. La verdad mediática es impune, es ubicua, es también implacable. De nuevo, para los que no están avisados. Pero, ¿qué es la verdad mediática? Es una especie de voz que quiere ser la conciencia de todos. Es la voz que te dice a la mañana qué te tenés que poner durante el día. Es la voz que te dice que no salgas a la calle porque te van a poner cuatro balas en la nuca. Es la voz que te vende cirugías estéticas, líquidos para fregar los platos y repelente de mosquitos, ahora efectivos contra el dengue. Esa voz está en todos lados, y es difícil escaparle, porque se reproduce en las voces de los taxistas, las viejas que van a comprar a la verdulería, los vecinos que se meten donde no los han llamado.
Pero es solo una voz. En realidad, es tan débil como la de nuestros propios padres cuando nos damos cuenta de que ellos no deciden por nosotros. La verdad mediática, autoritaria y demandante, nos pide que le hagamos caso. Y que repitamos lo que nos dice que hay que repetir: que Ricardo Fort tuvo una infancia infeliz, que Zulma Lobato se peleó con su representante, que Tinelli ganó un palo verde más... O que Macri y Cristina son distintos. Porque la verdad mediática no se pelea con el poder. Es parte del poder, y por eso las internas feroces se ventilan en sus medios, y por eso creemos estar atrapados en una pelea entre buenos y malos que en realidad es una disputa por saber quién se lleva la parte de esta torta a medio hornear que es nuestro país.
Este año, Atómika le dio bola a la gente que, de acuerdo a nuestro criterio, había que darle bola. Supimos que en el Chaco hay gente que hace radio a pulmón y que tal vez no tiene ni agua para tomar. Los muchachos de Juan José Castelli, en la puerta del impenetrable, pidieron que difundiéramos su desesperada situación. Muchos artistas -en serio, no bailarines de pantalla- pasaron por los mics atomikos para dar su versión de este mundo, por cierto muy lejana a la versión de la verdad mediática. Activistas y emprendedores sociales también pasaron a contarnos su lucha -una lucha auténtica, no bancada por el gobierno, tan desesperado por parecer "progre".
Pero sin vender verdades. Esa es la diferencia. Desde un espacio minúsculo, chico, grande, enorme, gigante, la tarea atómika no es imponer una visión. Es dar la propia versión. Es invitar al debate. Es pelearse en vivo, en directo, pero discutiéndo en serio y no a partir de falsos antagonismos convenidos de antemano. No vender verdades es algo serio, porque de eso, se trata, en definitiva, la honestidad.
Estamos a las puertas del 7mo año de Atomika, por ello hacemos un llamado a todos a luchar por lo logrado y no retroceder.
Para verlo del todo, se debe relacionarlo con un cuadro impresionista: hay que alejarse para entenderlo, disfrutarlo.
Estamos construyendo algo nuevo, no tenemos certeza de a donde vamos, pero eso es lo mejor.
Después de 1989, cuando cayó el muro de Berlín, la Cuba de Fidel se quedó en pelotas (por simplificar los términos) y tuvo que escribir la historia de la revolución del sigo XXI, sin manual.
Así vamos, sin destinos.
Pero el lado de nuestra vereda es claro y tiene historia, seis años de cara a lo que venga, jamás censura, nunca tierra bajo la alfombra. Algo no común en estos tiempos (y los de siempre), NOS HACEMOS CARGO de lo que sale al aire y estamos abiertos a todas las discusiones. Esta definición es un gran respaldo a nuestras producciones, lo que emitimos en cualquier momento es nuestra cara. Por eso lo podemos discutir “en vivo”, porque nos redefinimos todo el tiempo.
Esto está más allá de un berretín de la dirección de la radio. Atomika es lo que se escucha en el momento que alguien la escucha, o sea todos los que usamos esos micrófonos tenemos que hacernos cargo de un mensaje propio. Prohibido prohibir y prohibido repetir lo ajeno en la nuestra. Volviendo a lo anterior, los congresos de la radio son para ajustar entre todos (sin ordenes) lo que vamos a decir. Estamos convencidos que aunando el discurso, debatiendo claro, seremos más fuertes desde nuestro pequeño-gran lugar.
Apostamos a un nuevo año organizado a nivel grupal. Aunque seamos dos directores al frente de casi todas las tareas de la radio, apostamos al colectivo, no nos vamos a bajar nunca de esa premisa (el bus alguien lo tiene que manejar che! Y ALGUIEN LO ARMÓ TAMBIÉN LOCO!).
El futuro es de los que nos quedamos y de los que fabricamos lo imposible.
¡DIGNIDAD!
Martín Butera & Federico Di Paolo
Dires. Radio Atomika 106.1 Mhz
www.radioatomikacom.ar